Cómo aliviar el síndrome premenstrual con remedios naturales

El síndrome premenstrual es una de las molestias que sufren un mayor número de mujeres, pero lo cierto es que pocas veces encontramos respuesta a cómo tratarlo. Veamos a continuación, una guía de pasos en la que os explicamos cómo aliviar el síndrome premenstrual.

Aproximadamente ocho de cada diez mujeres, en un período entre la fase post-ovulatoria y la aparición del ciclo menstrual , sienten una serie de dolores de medianos a fuertes que no deben ser infravalorados. Entre los síntomas más comunes de este síndrome se incluyen tensión en los senos, retención de líquidos, dolores de cabeza, ansiedad, nerviosismo, astenia, apetito y trastornos de la libido, y en casos severos se puede sentir hasta depresión. El factor desencadenante, en la mayoría de los casos, es el desequilibrio hormonal que ocurre durante la fase post-ovulatoria, que se caracteriza por un aumento en los niveles de estrógeno y prolactina y por la disminución en la producción de endrofina y serotonina. Por suerte, tenemos varios remedios naturales con los que poder tratar el síndrome premenstrual.

Pasos y remedios para tratar el síndrome premenstrual

Como ocurre con otras dolencias, podemos recurrir a la medicina alternativa, y encontrar hierbas y remedios naturales con los que aliviar los dolores y síntomas del síndrome pre-menstrual.

1. Rubus Idaeus. Este es el nombre científico para la fruta conocida como la frambuesa, que se debe considerar un excelente remedio no solo contra el síndrome premenstrual, sino también para aliviar varios tipos de trastornos femeninos como el síndrome de ovario poliquístico, las irregularidades menstruales  o los trastornos menopáusicos. La frambuesa actúa sobre los desequilibrios que regulan las secreciones hormonales y, en consecuencia, la función ovárica, atenuando trastornos como el acné, la sensibilidad mamaria, la retención de agua y los cambios repentinos. estado de ánimo. En las dosis recomendadas, no tiene efectos secundarios.
2. Sauzgatillo o «árbol casto». Sus propiedades se conocen desde la antigüedad. Sus frutos, ricos en fitoestrógenos, logran contrarrestar síntomas como la tensión en los senos y la retención de líquidos. Además, gracias a la acción de sus ingredientes activos sobre la dopamina, un neurotransmisor capaz de inhibir la acción de la prolactina, limita el aumento del apetito y mejora el estado de ánimo. Sin embargo, aunque es una planta ampliamente utilizada para aliviar este tipo de dolencias, puede tener efectos secundarios como disminución de la libido: su nombre botánico, Vitex agnus castus, nos recuerda su uso en antiguos monasterios: no caso, también se llama pimienta de los monjes o árbol de castidad. Por lo tanto, para el uso correcto de esta planta es importante contactar a un naturópata o buscar el consejo de un médico.
3. Borraja / Onagra. El aceite obtenido del prensado de las semillas de estas dos plantas es rico en ácidos grasos, el más importante de los cuales es el ácido gamma-linoleico, un poderoso antiinflamatorio que también puede actuar en la regulación de la secreción hormonal. Especialmente indicado para el acné, la tensión mamaria y la irritabilidad, no presenta ningún efecto secundario en particular.
4. Caléndula Officinalis. La acción de la caléndula es muy útil en caso de menstruación dolorosa: ya que es un emenagogo con marcadas propiedades antiinflamatorias, actúa sobre la relajación de la pared uterina, favoreciendo la liberación del flujo menstrual. Si se toma unos diez días antes del ciclo, es un excelente remedio para el dolor menstrual y todos los trastornos relacionados, como dolores de cabeza, dolor de espalda y náuseas.